El dolor de saber que cuando algo pasa, no hay vuelta atrás. Me pregunto qué será lo que te pone tan mal, me invento excusas como tratando de ocultar lo que ya conozco.
Me hago la desentendida.
Ni las fuerzas de mi propia alma son suficientes para cegarme y entonces... acá estoy.
Mis ojos observan, odiando cada cosa que aparece en la periferia, pero no hay vuelta atrás...
Siempre todos tan optimistas y yo imitándolos... Me miro al espejo hoy y veo que esa no soy yo, que hay algo que me está invadiendo y no puedo evitar generar un odio extremo.
Todo va para el otro lado.
Nadie camina recto, pero sin embargo van todos iguales y yo siempre igual... pero hoy estoy distinta.
Hoy me sigo preguntando que será lo que te pone tan mal y en un momento de reflexión plena: comprendo.
Comprendo sin dejar de mirar tus ojos oscuros que todo lo que me decis es verdad.
Yo soy lo que vos quieras.
Vos sos todo lo que yo quiero que seas, pero hoy no.
Hoy estas por ponerte bien lejos de lo que quiero. Porque lo cierto es que no quiero más que lo mismo de todos los días.
Ahora ya no hay todos los días, al menos estos que vienen casi corriendo.
Horas atrás, varias horas atrás me sentía en otro mundo, claramente la ilusa de mí quiso dibujarse todo color rosita chillón, ¿para qué? Mirame ahora, sumida en el más profundo gris. Eso me pasa por no querer asumir las cosas al principio...
Si lo hiciera así, hoy no me sería tan difícil, pero no... Preferí dejar todo para el final y ahora me cuesta mucho más.
E incluso pienso en las veces que te pedí que no me lo recordaras, como si hubiera una parte de mí que sabía cuando me iba a doler esto... es que lo sabía de verdad.
A veces me pregunto cómo es posible que mi mente se autoengañe, me da tanta bronca... Casi impotencia.
¡Qué extraño va a resultar no tenerte durante tanto tiempo! Si tan solo me hubiera acostumbrado a tu ausencia cuando aún no dolía tanto, pero no...
Ahora me hago la víctima y este dolor me lo causé yo, por no haber sabido comprender antes lo que se avecinaba. Hoy me merezco este castigo cruel, que no es más que extrañarte de una manera loca.
Deseo que no se me haga tan duro como pinta, tantos días sin vos parecen casi una condena.
Es raro que yo esté tan enamorada, es que nunca me advirtieron... Pero acá estoy yo otra vez, haciéndome la víctima, yo sabía que para esto no había edad y debería haberlo entendido antes, pero no...
Y entonces, hoy me encuentro cayendo en la realidad, sabedora de cuánto te amo y encantada de que sea así, pero horrorizada del dolor que me causa tenerte lejos. O el dolor que me va a causar...
Pensar que yo decía 'un te extraño va a saber explicar cuánto te voy a extrañar'. Ja! Ni en chiste...
No voy a poder parar de hacerlo, extrañarte casi con una locura tan grande como con la que te amo... Casi.
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