Sólo él ♥

¿Qué importancia tiene todo cuando sólo una persona te da lo que más querés?
Sí, tengo a esa persona y siento que no necesito nada más que eso.

domingo, 15 de marzo de 2015

Sola, pero ilesa.

Mil cosas me están invadiendo en este mismo momento. No puedo decidir qué escribir, prácticamente no puedo ni siquiera decidir qué quiero. En ningún aspecto de mi vida.
Todo da muchas vueltas. Lo conocido, eso que me daba seguridad, pasó a jugarme en contra. Hoy siento que hay dos equipos y que nadie está de mi lado. Veo cómo todos están esperando a que haga algo mal para criticármelo, para refregarme en la cara que toda esa perfección que puedo anhelar está más lejos de lo que pensaba. Y a veces me duele tanto, pero es verdad. No puedo ser perfecta, ni siquiera conmigo misma, solamente puedo serme fiel. Ser verdadera.
Cuántas mentiras habría de inventar para ser perfecta. Y además, ¿qué es la perfección? Es demasiado relativo como para que sea posible.
Desde el otro lado de la cancha veo cómo todos me están mirado fijo. No quiero defraudarlos, asique empiezo a correr, busco la pelota, es mi único objetivo... y me caigo, y sí, me caigo porque puede pasar, porque soy un humano y también porque nadie me da la mano. Porque en mi equipo estoy sola, ¿qué equipo, no?
Físicamente vivo en esta casa, pero mentalmente me imagino en otros lugares, quiero que mi habitación sea otra, que mi cocina sea otra, que todo lo que haya sea mío, prepararme un mate cuando llego a casa y sentarme a tomarlo tranquila, levantarme un domingo y salir a caminar con mi perro. Estoy ta cansada de no tener una rutina fija que casi que deseo tener una vida como el típico chabón de una película yankee.
Pensar que cuando tenía una base, algo que sabía que iba a pasar todos los días, me quejaba y decía "Qué bueno debe ser levantarte todos los días y vivir algo distinto, una aventura diferente cada vez". No me di cuenta de todo lo que tenía, pero siempre es igual. No sabés lo que tenés hasta que lo perdés. Y se lo he repetido a miles de personas como si yo fuera la más sabia del mundo y me pasó a mí. Y la verdad es que todo nos puede pasar a todos, pero yo en mi afán de ser perfecta tuve que creerme más inteligente que el resto. Y cada tanto me agarran esos aires de grandeza, y está para decir "Qué pedazo de pelotuda", pero cuando te tiran para abajo y te golpeás con el piso y ves que sos exactamente igual que los demás, te sentís la peor basura. Porque te engañaste a vos mismo, te convenciste de que podías ir hasta allá y ser el mejor solamente porque querías y sos la misma boluda que todos los días y te equivocás con las mismas pelotudeces todo el tiempo. A veces medio que me veo obligada a decirme "Bajate del pony, loca. Quedás como una forra y encima tarada".
Parece bastante dramático, pero es así eh. Todos los días me defraudo a mí misma, todos los días siento que voy empeorando. Me levanto con una sonrisa y me acuesto totalmente amargada. Estoy predispuesta cada mañana a lograr todo lo que me proponga.
Es demasiada presión se ve, porque no solo soy yo yendo a tirarme a la pileta cómo una boluda, sino que son todos al rededor mirándote, diciendo "Ahí va la idiota otra vez" y nadie tiene la amabilidad de decirte "Piba, ¿no te das cuenta que ayer, anteayer y hace como toda una vida que venís haciendo la misma pelotudes y siempre te sale como el ojete?" Porque aunque sea si alguno fuera lo suficientemente considerado como para decirtelo, capaz que un día te lo ahorrás. Te ahorrás el fracaso, por lo menos una vez.
Pasa que el que te dice que te quiere, si en serio te quiere, no te va a prohibir que hagas eso, te va animar a que sigas haciéndolo, porque en algún momento te va a salir, te va a ayudar y si te ve mal, va a estar ahí para vos. Y cada día que vos te caigas de allá arriba y te hagas mierda, ese que te quiere va a estar cuidándote y te va a hacer sentir el más grande del mundo.
Y así todo se hace confuso.
Como vivir acá, es muy confuso, me voy a ir a la mierda. Decidido. Y a seguir saltando en otro lado, con otra gente y capaz me encuentro cayendo en un colchón de plumas. Sola, pero ilesa.