Sólo él ♥

¿Qué importancia tiene todo cuando sólo una persona te da lo que más querés?
Sí, tengo a esa persona y siento que no necesito nada más que eso.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Mientras que siga caminando...

¿Dónde quedó el mundo compartido? Ese lugar donde los habitantes eran tus abrazos y mis risas, la alegría combinada con la osadía. Un hermoso encuentro de tus pensamientos tristes y negativos con mi simpleza para hacerte feliz. Ese lugar donde todo encajaba, como la luna se fusiona con la noche y las estrellas. Como nosotros, que encajamos porque nos amamos, pero nos odiamos. Porque el equilibrio entre mis cosas y las tuyas hacen que todo tenga más brillo.
Todas esas cosas hermosas que solamente pasaban en ese lugar.
Ese lugar...
¡Qué triste sería perderlo! ¿Qué digo?
¡QUÉ TRISTE FUE PERDERLO! Porque sí...
Porque no tuviste el coraje de vivir en armonía con tus propios demonios, porque no te animaste a quererte un poquito menos, para quererme más a mí. Todo tu egoísmo te consumió.
Aún recuerdo las bellas noches donde te acurrucabas en mis brazos. Yo era tu sostén. Alguna vez fui tu cable a tierra y a los sueños. Casi podría decir (no con sabia seguridad) que en algún punto del tiempo y el espacio, yo llegué a ser todo para vos. Pero es mejor no pensar en eso...
Las cosas que se fueron, no volverán. Y lo que una vez fue, ya no será jamás.

Mis ojos miran distinto, mis manos sostienen más fuerte, mi espalda más recta y mi caminar, más seguro. Tristemente, la osadía ya no es mi compañera, siquiera recuerdo qué quiere decir...
Alguna vez habrá sido mi amiga, mi amante. Porque compartíamos todo juntas, tal vez tanto que hoy me siento vacía sin ella, pero no puedo tenerla. No quiero tenerla a mi lado, quiero estar sola y llorar y sentir todo el dolor que se pueda sentir. Por haber hecho las cosas mal.
Desde un principio supe que las lágrimas resbalando sobre mi rostro eran un reflejo claro de la vida que llevaba, pero me gustaba. La añoro.
La detesto. De no haberla vivido nunca, no podría extrañarla. Pero tuve que...

¿Dónde quedó el mundo compartido? Claramente, lejos de este lugar. Hoy ya camino sola y quiero... o tal vez lo hago porque puedo, aunque no quiera.


Mientras que siga caminando...