Sólo él ♥

¿Qué importancia tiene todo cuando sólo una persona te da lo que más querés?
Sí, tengo a esa persona y siento que no necesito nada más que eso.

viernes, 22 de febrero de 2013

Quedate conmigo.

Y cada vez que pienso en vos se me arremolinan todos los sentimientos existentes. Te odio por hacer lo que haces, te amo porque sos parte de mí, porque no hay nada que pueda hacer para quererte menos. Me causa dolor pensar en vos, trato de olvidar tu voz a cada segundo que pasa para no tener que enfrentarme con un futuro, no sé qué tan cercano, que te muestre totalmente ida.
Prefiero recordarte así, como eras de chiquita, como sos ahora, que todavía te veo sana. Espero que siempre estés así, no quiero tener que perderte, no quiero seguir pensando que tengo que prepararme para perderte en realidad. Estoy harta de llorar siempre que me acuerdo de vos.
Quiero llenar mi mente de recuerdos lindos y felices, donde jugábamos a las canicas e inclusive cuando no me dejabas escuchar tus conversaciones con amigas.
Hoy te doy todo lo que quieras, pero necesito que vos a mí también me des. Quiero ver una sonrisa en tu cara todos los días y cerciorarme de que estás feliz. Que no sea por nada más que vos misma.
Me encanta generar risas en vos, quiero ser todo lo que te falta.
Me muero sin vos, no puedo imaginar un mundo en el que no estés y cada vez me lo vas haciendo más difícil corazón. ¿Qué se supone que haga sin vos? Hay tantas cosas que quiero darte y muchas otras que quiero compartir, no te me vayas, no así, no ahora...
No sé cómo pedírtelo, ni siquiera cómo demostrarte lo mucho que me duele esto, ¿cómo reaccionarías si supieras lo que tus acciones me hacen? Yo sé que simplemente yo puedo permitir que ésto me esté afectando así, pero no puedo evitarlo, no sé cómo y creo que ni siquiera quiero.
Me gusta preocuparme por vos, adoraría que me dejaras ayudarte: no me dejas y odio eso.
Necesito que estés bien y si no es por vos, que sea por mí. Dame la alegría de saber que voy a tener una hermana por el resto de mis días o gran parte de ellos.
Dejá de hacerme esto, no se soporta.
Te amo increíblemente, no quiero vivir un futuro sin vos, porque te necesito. Aunque decidas no verme nunca más, aunque algún día nos separemos... que no sea por esto que existe hoy. Que sea por otra cosa, pero dejame saber que vas a estar bien, que vas a ser igual de fuerte, linda y buena, como ahora...
No te arruines, te lo pido por favor.
Por mí... que te cuidé siempre y que, por mucho que me gustaría alejarme si es que tomas una mala decisión, te voy a seguir cuidando. No puedo ir en contra de mi misma y vos sos parte de mí.

martes, 19 de febrero de 2013

Aplausos.

Es totalmente desconcertante, abrumador y un tanto molesto darte cuenta de que después de tanto esfuerzo terminas siendo el malo de la película.
Es así. Toda mi vida me preocupé por satisfacer los deseos de los que quiero, de mis amigos, mi familia,  nunca queriendo ponerme en primer lugar. Muchas veces me enorgullecí de ser así, de tener la posibilidad de darle los gustos a esas personas, sabedora de que en algún momento tal vez me lo retribuyeran y si no era así... bueno, había disfrutado haciéndolo.
Pero claro, muchos me decían que a veces era importante pensar primero en uno, ¿quién va a pensar en vos si ni siquiera vos lo haces?  me decían y yo no me di por aludida.
Hoy me enojo por no haber escuchado, o al menos no con la suficiente atención. 
Un día tuve un encuentro con una amiga, le quería decir que yo sentía que no me tenía en cuenta o por lo menos que siempre se ponía a ella en primer lugar, pero claro, la ilusa de mí no pensó bien.
Ella me dijo claramente que daría cualquier cosa por mí y yo me quejaba de que nunca me lo había demostrado, pero claro: nunca le pedí nada.
Siempre la puse primera, siempre quise darle todo y nunca le dí a conocer mis gustos, lo que quería, lo que me molestaba. Odiaba que se enojaran conmigo y ahora me odio por haber perdido tantos años al pedo, recién ahora me estoy dejando conocer.
Recién ahora me doy cuenta que termino siendo la mala de la película, que era yo la que hacía mal las cosas, la verdad no entiendo que pretendía.
Sin más rodeos, quería descargar un poco. En la soledad amistosa, físicamente hablando, que estoy viviendo estos días mi cabeza se aclara y me permite sacar conclusiones bastante cercanas a lo real. Ahora empezaremos con otra vuelta de tuerca, pero sinceramente vengo contenta de sacar tantas cosas de contexto, analizarlas y devolverlas a su lugar. Aplausos.

domingo, 17 de febrero de 2013

Tu nombre

Cuando no estas yo digo tu nombre. Me transportas a donde nací, una verdad guardada en un sobre. 
Amo saber que cuidas de mí. Yo no se por que razón, no te digo nada a vos. 
Yo no se por que razón, si somos lo mismo, aunque seamos dos. 

Se que lloras si llora mi alma. Logro reír si escucho tu voz, siempre logras que llegue la calma. 
Amo saber que cuido de vos. 

Yo no se por que razón, no te digo nada a vos. 
Yo no se por que razón, si somos lo mismo, aunque seamos dos. 

Si te hacen mal juro seria capaz de matar, yo voy a estar si vos me diste dos razones más...
Si te hacen mal juro seria capaz de matar, yo voy a estar si vos me diste dos razones más.

Fue como esa vez en la que todos dijeron que volar con vos, sería como volar con una gaviota suicida...

Nunca entendí muy bien como era el asunto, pero sí puedo decirte que no es fácil esquivar ciertas nubes esponjosas, más aún cuando vos vas batiendo alas contra ellas, queriendo destruirlas. A mi no me gusta, pues no quiero que pierdan esa esponjosidad, pero ¿quién soy yo para evitar que hagas lo que quieras?
No pretendía enojarme, pero sinceramente ¿por qué tenías que ser tan malo? Una comprensión que debía haber llegado antes a mí, me hizo entender que vos tenías la posibilidad de ser y hacer lo que te diera en gana, pero como dije... esa comprensión no llegó a tiempo y por eso me enojé.
Te grité cada ínfima palabra que se cruzó por mi mente, ya revuelta de otras tantas ideas atroces para seguir reprochándote en la cara. 
No sé si logré finalizar el objetivo, pero supe que te había quedado bastante claro lo que yo pensaba de tus actitudes. 
Hoy prefiero pensar, desearía pensar que sos otra persona, pero nunca voy a estar segura porque decidí dejar de volar entre las nubes con vos. 
Tanta esponjosidad me empieza a nublar la vista, pero no quiero romper su blancura inmaculada.

viernes, 15 de febrero de 2013

Volver a verte otra vez, 

Con los ojitos empapados en ayer, 

Con la dulzura de un amor que nadie ve...

I love you more

De todas esas cosas a las que alguna vez les tuve miedo, hoy me pongo a pensar en el miedo de perder.
Perder idioteces materiales no me da miedo, enojo tal vez, pero miedo no.
El miedo a perder se relaciona más con gente a la que queremos, la verdad de la frase "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde". Sinceramente no hay nada que me preocupe más hoy, que eso.
Porque a veces se nota la distancia como un peso muy grande sobre los hombros, pero yo me siento totalmente capaz de sobrellevarlo, pero ¿podrán también los otros soportar ese peso por mi? ¿Lo dejarán ir, sin aguantarlo? A veces me culpo por tener pensamientos tan extraños y que en mi mente exista la posibilidad de que otros no me quieran como yo los quiero. Me veo obligada a esforzarme lo más que puedo para expresar cuánto los quieros, ya que otros tienen el tupé de pensar que me aman más que yo a ellos (ejem ejem), pero en fin. Quiero que entiendan cuánto los quiero, sin más ni menos.
Ojalá se me vaya esta cosa rara que me surgió, porque me da una sensación que no me gusta.